domingo, 31 de enero de 2016

EN LA MIRA


“LA INEXPLICABLE INVULNERABILIDAD DEL ISIL”

A dos años de la aparición del ISIL y nadie puede explicarse el por qué de su invulnerabilidad


Por Charles H. Slim y Pepe Beru

Al parecer entraremos en el segundo año desde que hizo su sorprendente aparición el “ISIL” o como lo conocen los iraquíes “Daesh”, sin que haya perspectivas de que sea posible detenerlo.  Su capacidad operativa sorprendió al principio, a los más variados analistas militares que vieron como un grupo presuntamente salido de una organización propia  e independiente, podía arrollar en solo unos días, a un ejército equipado con armas y vehículos de las fuerzas armadas estadounidenses.  Pero el asombro comenzó a difuminarse cuando algunos analistas, investigadores y expertos militares notaron que “había algo más” detrás de esta aparente ofensiva de combatientes yihadistas que voluntariamente se allegaban  a Siria para combatir “al régimen”.

Es que en realidad, aquellos enmascarados vestidos de negro y con armamento en muchos casos flamante, no eran ni voluntarios ni menos aún  los “muyajedin” –combatientes santos- que pretendían impostar.  Eran ni más ni menos que una confederación de mercenarios venidos de varias partes. Incluso el núcleo de la organización ni siquiera eran árabes, comprobándose más tarde, la implicancia de una mixtura de elementos venidos tanto de Asia como de Europa.

Las flamantes camionetas “Toyota”, armadas con cañones antiaéreos y con varios hombres en sus cúpulas, cruzaban raudas la invisible frontera entre Siria e Iraq y sin piedad pasaron por encima de las guarniciones militares del gobierno colaboracionista de Bagdad.  En esos momentos el tirano –verdadera calificación para éste personaje- Nouri Al Maliki completamente desinformado de la situación, se apresuro a minimizar la situación. No pasaron 48 horas hasta que Al Maliki se dio cuenta que las cosas estaban peor de lo que sus “aliados” estadounidenses le habían dicho.

Pero el éxito de las fuerzas de la bandera negra, no se debió a su propio y único  mérito. Para cuando las camionetas comenzaron a ponerse en marcha a lo largo de la porosa frontera iraquí,  en todo el norte y centro oeste de Iraq, se ponían en marcha micro operaciones tácticas en las principales ciudades del norte llevadas adelante, por grupos de la resistencia como fue el caso de los hombres del “Nakshaiabandi” que es una facción del partido Baas y que al momento de los hechos, estaba liderado desde la clandestinidad por el hoy fallecido vicepresidente iraquí Ibrahim Ezzat Al Duri.
combatientes del Nakshaiabandi

No solo el “Ejército Nakshaiabandi” puso en marcha estas operaciones, sino también los hombres del “Ejército Islámico de Iraq” que  creado en el 2004, también tenían un grueso componente de ex miembros del partido de Saddam Hussein  pero, agrupados bajo una lealtad al Iraq Islámico –sin distinción entre sunitas o chiitas- y libre de ocupantes extranjeros.  A estos le secundaron una docena de grupos de las más de diferentes extracciones pero unidos, por  un  objetivo  común,  como era el de derrocar al gobierno colaboracionista de Bagdad.

En resumen, el ingreso del denominado “Islamic State of Iraq and Levant” no fue una acción improvisada y menos aún, con el objetivo de “derrocar al régimen colaboracionista de Bagdad”. No lejos de eso, aquella operación tuvo principal objetivo, el instalarse junto a Siria y desde allí dar el soporte territorial para que las operaciones contra Damasco pudieran ser más efectivas. Y aunque los grupos iraquíes no sentían el más mínimo aprecio hacia el gobierno de Al Assad –por su pasada colaboración en 1991- lo cierto era, que su objetivo principal era y sigue siendo el destronar a la sécula del partido Dawa que, es importante no olvidar,  había sido colocada por Washington tras la ocupación.  

No habría sido posible sin la valiosa participación de los grupos iraquíes que agrupados en el Consejo General Militar de los Revolucionarios, que el “ISIL” hubiera podido penetrar con tanta rapidez en el territorio iraquí. Tampoco hubiera sido posible que las caravanas de camionetas que cruzaban por la frontera, no fueran advertidas por los ojos electrónicos de los satélites y los Drones del CENTCOM que, hasta la llegada de los rusos a Siria, dominaban a gusto y placer, los movimientos y las comunicaciones de cualquier sector en la región.

Pero las incumbencias de EEUU en todo esto, fueron más allá del dejar hacer y dejar pasar. Mientras la CIA le aseguraba al régimen de Al Maliki que no tenía que preocuparse por los grupos que operaban en la frontera con Siria, las revueltas populares contra su Status Quo que habían estallado en Faluya a mediados de febrero del 2014 se iban propagando en forma exponencial sobre la región oeste en donde se comenzaron a ver entremezclados, algunos grupos identificados con el “Daesh”. De esta manera, los revolucionarios y los grupos de la resistencia iraquíes ablandaron el terreno mucho antes que el “ISIL” entrara a Iraq.  Sin dudas que fue el momento propicio para que la franquicia de la bandera negra, entrara para consolidar un territorio estratégico para asistir los planes de derrocar a Bashar Al Assad en Siria.  

Tal como lo señalamos al comienzo, estos mercenarios del “ISIL” pudieron ingresar por la ayuda de los rebeldes iraquíes que para el mes de junio del 2014, traían a mal traer los militares y policías del régimen que en varias ocasiones, tiraron sus armas al suelo y salieron huyendo hacia Bagdad.  Un punto curioso a señalar, es la extraña libertad que existió para publicitar toda ésta situación y que se dejó cursar por el internet. Quienes seguían los acontecimientos en Iraq podían oír y ver informes detallados que se ventilaban los revolucionarios en sus propios sitios web (v. http://iraqispring.com/  )  o cuando eran suprimidos, por redes sociales como Facebook (v. https://ar-ar.facebook.com/Iraqe.Revolution ).
manifestaciones populares en Iraq 2011

 Esto era algo muy raro, ya que la CIA y la NSA junto a sus agencias aliadas, peinan constantemente el ciberespacio para tumbar las páginas que fuesen inconvenientes para sus operaciones y para la imagen de la Casa Blanca. Durante la invasión y posterior ocupación, para los norteamericanos y sus aliados, el tumbar las páginas web de la resistencia era parte de los objetivos en su misión por esconder las consecuencias que la resistencia estaba causando sobre sus tropas y lo que realmente  ellos estaban haciendo sobre la población iraquí.

Pero en el caso del “ISIL” la regla se invirtió y el internet estuvo libre de obstáculos para propagar su doctrina y s violencia explicita. 

Cuando el proceso de infiltración del “ISIL”  estaba en pleno progreso, aquellas redes sociales y las páginas web se mantuvieron intactas y en ningún momento sufrieron algún ataque de “hackers” o fueron denunciadas como sitios “terroristas” –algo que le ocurrió a las páginas de la resistencia iraquí-.  Una cosa era segura y es que la CIA y la NSA estaban al tanto del contenido que trasmitían y claramente, eran muy útiles para argumentar sobre lo que estaba pasando en Iraq. La brutalidad de las fuerzas de Al Maliki “sería la culpable de la aparición de una insurrección masiva” que, obviamente sería encarnada por ésta franquicia” que había sido reclutada y entrenada en campamentos de Iraq y Jordania. Quedaba claro que para Washington, la violencia y el caos en el noroeste de Iraq era esencial para realizar los movimientos que se vieron posteriormente.

Sin dudas, de que participaron otros actores tras todo esto. Para ello y como extensiones de los estadounidenses en la región, los Peshmerga kurdos del Clan Barzani y elementos turcos colaboraron clandestinamente para tomar por sorpresa a las guarniciones del norte en Kirkuk y en especial en Mosul, donde “casualmente” los norteamericanos unos meses antes habían sugerido al gobierno de Al Maliki, que acopiara unos tres mil vehículos “Hummer” y Humvies” que habían sido entregados para reforzar sus tropas mecanizadas. Todos estos vehículos estaban con sus equipos de artillería, blindaje reforzado y para cuando llegó el “ISIL” simplemente los tomaron para usarlos contra las desmoralizadas tropas del régimen. 

Para cuando Al Maliki se dio cuenta que  el gobierno autonómico kurdo –aliado de Washington-  lo había traicionado, Abu Bakr Al Bagdadi ya estaba en la gran mezquita de Mosul decretando la creación del “Califato”.
Un Humer capturado por rebeldes iraquies

Incluso los servicios secretos del partido Dawa,  advirtieron a Bagdad que habían constatado que la CIA estaba detrás del aprovisionamiento de armas y explosivos a grupos alineados al Consejo General Militar de los Revolucionarios de Iraq  que se oficializó el 22 de enero del 2014 (v. http://www.iraqsolidaridad.org/2014/01/consejo-general-militar-de-los-revolucionarios-de-iraq-comunicado-no-1-declaracion-de-la-creacion-del-consejo-general-militar-de-los-revolucionarios-de-iraq/  ) dando inicio a una revuelta popular  contra la brutalidad , la corrupción y el colaboracionismo de Bagdad.

Con el paso de los meses y tras el establecimiento del “Califato” con capital en Mosul, los intentos por derrotarlo han sido vanos. Y no solo eso. El “Daesh”  se volvió tan fuerte que termino absorbiendo a los grupos iraquíes que habían empezado a rechazar los métodos de la franquicia, especialmente en lo referido a la interpretación del Islam. Pero ésta aparente invulnerabilidad  en el campo de batalla no era por propio mérito. Cuando Obama decidió lanzar una campaña aérea para –presuntamente- combatir a la franquicia, los resultados mostraron ser más una distracción que acciones concretas. Esto a su vez, dio argumentos a los llamados “neocon”  y  sus conspicuos aliados sionistas del AIPAC para presionar a la Casa Blanca de que era necesario “volver masivamente a Iraq” tildando a Obama como un presidente débil e inepto.

Sumado a esto y en el terreno de los hechos, se comprobó que tanto estadounidenses como ingleses, lanzaban desde aviones de transporte sin marcas, toneladas de municiones, armas y pertrechos para sostener las posiciones del “Daesh”. Esto vino a explicar, como era posible que las unidades de combate de ésta franquicia, no se quedaran sin balas. Solo para que el lector se dé una idea de la importancia de contar con una continua línea de abastecimiento de municiones, cada combatiente que porta una “AK-47” usa en estas refriegas unas 400 a 600 balas al día, lo que haciendo unas imples operaciones matemáticas veremos que el flujo de municiones necesario para mantener un frente determinado con unos cincuenta a cien hombres hacen falta unas miles de balas. Fue por ello que al complicarse la situación por la intervención rusa,  todos los medios se hicieron necesarios para aprovisionar a éstos tipos.

Sin dudas de que la intervención de Rusia en Siria, ha representado entre otras cosas, un freno a estas impunidades. Como habíamos señalado, el Comando de operaciones militares de EEUU en la región –CENTCOM-  anteriormente, podía interferir y monitorear todas las comunicaciones de la región incluyendo claro, la observación detallada de la situación en el terreno. De esa manera, podía guiar a sus aviones constatando que no hubiera ojos indiscretos en las zonas de lanzamiento. Pero, con la instalación de la base rusa en “Jmemim”, los norteamericanos comenzaron a ver como sus equipos de inteligencia electrónica podían ser bloqueados y literalmente dejarlos ciegos en un amplio sector de Siria. Y casualmente, tras la intervención aérea rusa tanto las milicias mercenarias financiadas por Arabia Saudita  como los grupos del “Daesh” que operan en Siria,  comenzaron a ser diezmados poniendo en jaque, los planes por derrocar al gobierno de Damasco.

Ha quedado claro que el “ISIL” –o el Daesh- es una pieza más en el juego geoestratégico norteamericano; es su principal excusa y argumento para volver a intervenir en la región en especial, en Iraq desde donde con el desembarco de tropas de tierra –algo que está sucediendo ahora- podrá operar con mayor  eficacia en la zona norte de Siria en donde junto a Turquía –que ha instalado un aerodromo en Bashiqa-, Francia e Israel pretende crear un apéndice territorial del Kurdistán iraquí.  

Por lo pronto, los iraquíes están viendo impertérritos como los helicópteros norteamericanos desembarcan tropas en el norte sin que el gobierno títere de Bagdad pueda hacer algo al respecto.  Y que no queden dudas que lo último que harán, será combatir al “ISIL”.


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